Yasniel o Yaky como le decimos cariñosamente logró resolver una cuestión que lo inquietaba. 

Este joven alegaba con valentía que no era necesario ir a la iglesia o ser cristiano para creer en Dios. Sin embargo, se mostraba abierto al conocimiento y por esta razón nuestros hermanos Yan Carlos, Amarilys y Cristian, prefirieron cerrar amablemente un debate sin final, con sólo extender una invitación al primer curso Alpha que en San Antonio de los Baños se realizaría. 

Yaky aceptó con cierta curiosidad dicha invitación pues se extrañaba que existiera un lugar donde compartían alimentos de forma gratuita y podría expresar sus pensamientos y criterios e incluso dudas, abiertamente. 

Así comenzó su aventura espiritual con Alpha cada viernes en el restaurante. Resultaba que Yaky ya había sido conocido por el Señor, pues de niño asistía a una iglesia cristiana a la que por alguna razón había abandonado. 

Ahora tenía muchas dudas e incluso rebeldías con respecto al cristianismo y la iglesia, pero la perspectiva de las cosas comenzaron a cambiar a medida que avanzaba en cada encuentro de Alpha cada semana. Había descubierto que Dios realmente lo seguía amando y que tan solo esperaba un cambio de mentalidad. 

Yaky renovó su relación con nuestro Padre Celestial poco a poco, y al terminar el curso Alpha fue uno de los que asistieron a los Post Alpha que ya no eran en el restaurante sino en la iglesia los domingos en las tardes noches. 

Al terminar los Post Alphas comenzó a visitar los cultos de adoración, y mientras tanto hacia esto, el Señor trabajaba en su vida y en cosas y personas que este joven ama y aprecia como sus amigos, sus estudiantes de béisbol, su familia y su humilde negocio de pizzas. 

De esta manera Yaky fue mirando la mano de Dios sobre él y los suyos, y como el Señor respondía cada oración conforme a su voluntad pero siempre procurando su bien. 

El la mañana del martes 27 de marzo nuestro joven hermano decidió entregar su vida a Jesús, su único Señor y Salvador mediante obediencia en el bautismo. 

En este día nuestro hermano Yaky rompe con ataduras satánicas representadas por la religión Yoruba, y se dispone en su lugar para recibir el sello del Espíritu Santo prometido para el día de la redención final. 

Sin dudas, la historia de Yaky es una muestra de que los tiempos son de Dios, de que el Espíritu Santo obra en las personas que son llamadas mediante el Evangelio, y que por sobre todo se cumplen hoy día las palabras de Isaías 55:11:

 _así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié._

Redacción de Palabra Fiel Radio