Sin poder respirar ni hablar bien, en silla de ruedas, con 48 kilos de peso y una musculatura deficiente, el empresario José Manuel Maceiras le preguntó a Dios: “¿Para qué me quieres?”.

La cuestión fue hecha en el 2020 cuando sobrevivió milagrosamente al covid, una situación que lo acercó más a Dios, pero lo dejó en un estado físico precario y la incógnita de cómo podría servirle en esas condiciones. Pero ¿cómo llegó hasta ese punto?

Una relación superficial

José Manuel Maceiras es un empresario venezolano-español que tuvo un encuentro sistemático con Dios. Considera que la semilla del evangelio fue sembrada en él, desde muy pequeño, al ser educado en instituciones católicas.

“Yo estudié en un colegio y en una universidad católica. Mis padres son gallegos y siempre me inculcaron esta religión, así que he tenido una relación con Dios, pero podría decir que era algo muy superficial” comentó a LEC.

Su camino empresarial comenzó en Venezuela, al crear una empresa de Sofware en 2002. Debido a la crisis política en el país, empezó a explorar mercados internacionales para resguardar su economía.

Con el tiempo, José Manuel creó una empresa en Miami y posteriormente decidió establecerse en España. Aquí fue donde conoció a Nivia Vásquez, originaria de Cuba. La pareja comenzó una relación y se casaron en 2010.

Primer llamado

Nivia ya tenía una hija de su anterior relación. José la adoptó como suya y juntos decidieron asentarse en la Comunidad de Madrid. Allí montaron una tienda de informática y tuvieron otra niña.

Cierto día, alguien entró al negocio de los Maceiras y les invitó a la Iglesia Cristiana de Tres Cantos. La pareja, que provenía de contextos católicos, acudió de manera esporádica, sin embargo, decidieron frecuentar aún más la congregación ya que sentían una necesidad de fortalecer los valores en toda la familia.

José y Nivia afirman que su andar en el Señor se tornó un poco más firme en el 2018 tras atravesar algunas dificultades económicas y matrimoniales. Nivia, de hecho, comenzó a estudiar teología, sin embargo, consideran que la entrega no era total.

Orar sin cesar

Cuando llegó el covid a España en marzo del 2020, José Manuel Maceiras fue uno de los primeros en padecer la enfermedad. A pesar de las restricciones y la incertidumbre en el ambiente, pudo ser trasladado de emergencia en una ambulancia.

“Estuve dos meses y medio en el hospital y 33 días en la UCI. Tuve un paro cardíaco, en los riñones, me hicieron cuatro diálisis, dos entubaciones, me hicieron una traqueotomía, cinco transfusiones de sangre. A Nivia la llamaron para decirle que me quedaban dos horas de vida”, comentó José, que narra cómo estando en un coma inducido, tuvo un encuentro personal con Jesús.

Maceiras afirma que, en este segundo llamado, la solicitud de Dios fue que le siguiera completamente. Explica que, en esta oportunidad, decidió entregarle su vida y la de su familia.

Mientras esto ocurría en el hospital, la familia Maceiras afrontó la prueba en aislamiento. Nivia sola en una casa y su hija mayor (que en ese momento se estaba estrenando como madre) estaba en otra vivienda con su hermanita.

“Me arrodillé y le dije a Dios: 'Si esta es mi prueba, ayúdame a pasarla'. José estuvo por 7 días con pronóstico de muerte. Yo recibí el versículo de orar sin cesar y lo hice literalmente. Se habilitaron salas de Zoom y muchas personas de la iglesia y fuera de ella se unieron en oración”, resaltó Nivia, que además contó sobre cómo una amiga fue a visitarla para preparar el seguro de deceso, sin embargo, ella se negó y mantuvo su fe.

“¿Para qué me quieres?”

Después de estar 66 días hospitalizado, finalmente José Manuel fue dado de alta. En un estado físico desfavorable, Maceiras agradeció a Dios por esta nueva oportunidad, pero preguntó: “¿Para qué me quieres? ¿Cómo puedo servirte así?”.

En medio de la incertidumbre, este superviviente recibió el versículo Isaías 40:31: “Pero los que esperan en el Señor renovarán su fuerza; se elevarán sobre alas como águilas; correrán y no se cansarán, caminarán y no se desmayarán”.

José Manuel, visiblemente emocionado y con lágrimas en los ojos, contó a LEC que esta situación marcó un antes y un después en su vida y la de su familia. De hecho, considera que el 2020 ha sido su mejor año. “Toda la familia ahora está enamorada de Jesús”, dijo.

Decidió ser disciplinado en su recuperación y tener paz durante el proceso. Al no poder servir en actividades físicas para la iglesia, estudió teología como su esposa y además leía sobre tecnología, situación que lo llevó a conocer el mundo de la radiofonía. Fue así como Dios puso en su corazón el crear una radio cristiana.

El Borde de su Manto (EBM)

EBM Radio, nació el 11 de febrero del 2021 y además de ser un medio internacional para proyectar contenido cristiano, también es una plataforma que impulsa el talento español y realiza eventos especiales de evangelización.

“La gente al principio, creo que dirían que es simplemente un “loquito” montando una radio, este hombre, casi muerto, montando una radio cristiana, sin embargo, al ver la constancia, empiezan a creer en ti”, señaló José Manuel.

Esta emisora registra unos 5 mil oyentes al mes y es escuchada en 60 países. La puedes sintonizar en coches modernos, en el ordenador o a través de la app y es seguida en las redes sociales por más de 20 mil personas.

La familia Maceiras explica que este proyecto es financiado actualmente de sus propios ingresos y trabajan con amor todos los días para poder llevar un contenido edificante a la sociedad. “Al que mucho se le ha perdonado, mucho tiene que agradecer”, comentó Nivia.

A sus 56 años de edad, Jose Manuel Maceiras se encuentra totalmente recuperado; de hecho, y a pesar de una traqueotomía, ahora canta y sirve física e intelectualmente en su iglesia de Tres Cantos, en la Comunidad de Madrid.

La pareja finalizó diciendo: “No esperemos la prueba, el Señor también puede mostrarte su misericordia en la vida de otras personas. Con eso puedes empezar y bendecir a otros”.

Fuente: Protestante Digital